Unos buenos champis al ajillo siempre triunfan. Fáciles, sabrosos y con ese toque de ajo y perejil que va a hacer que tu cocina huela a bar de pinchos riojano. Son todo un clásico de las zonas como Logroño o Haro, que puedes preparar en casa sin complicarte. Se hacen en un momento… y están riquísimos. ¡Vamos a por ellos!
Ingredientes
- Champiñones grandes
- 2 dientes de ajo
- Perejil fresco (o seco)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Pasos
- En un cuenco pequeño y echamos un buen chorro de aceite de oliva.
- Picamos dos dientes de ajo y un puñadito de perejil fresco lo más picado posible, y los añadimos al aceite.
- Echamos sal al gusto, removemos todo bien… y dejamos esa mezcla lista para más adelante.
- Ahora vamos con los champis: les quitamos los tallos y limpiamos bien las cabezas.
- Ponemos una sartén a fuego lento con un chorrito de aceite de oliva.
- Colocamos los champiñones boca abajo, es decir, con la parte curva hacia arriba.
- Tapamos la sartén y los dejamos que se vayan haciendo poco a poco, sin prisas, que se cuezan bien por dentro, pero sin quemarse.
- Cuando veamos que están blanditos, les damos la vuelta.
- Con cuidado, echamos una cucharadita de nuestra salsa en cada huequito del champiñón.
- Volvemos a tapar la sartén y dejamos que se cocinen un par de minutitos más para que cojan bien el sabor.
- Y si queréis rematar la jugada, aprovechad la salsa que queda en la sartén para tostar un poco de pan... os va a quedar con un sabor único.
Y ya está. Solo queda servirlos calentitos… ¡y disfrutar del olor que va a salir de esa sartén!